La presencia de agua en la batería es tan importante que existen, incluso, diferentes creencias sobre cómo reponer o mantener este elemento. Está claro que la batería necesita del agua, pero ¿qué tipo de agua?, ¿fría o caliente? Y, lo más importante, ¿podemos agregarla nosotros mismos?

Son varios los elementos que forman parte de una batería y permiten que un coche pueda arrancar. Entre ellos se encuentra el agua, un componente clave para que el acumulador funcione de manera eficiente y otros equipos, como las luces y la radio, puedan utilizarse con normalidad.

Estas y otras preguntas respondemos hoy para desterrar, finalmente, algunos mitos sobre el agua en la batería. ¡Sigue leyendo!

¿Para qué necesita agua la batería?

Uno de los pasos más importantes al hacer la limpieza de baterías es controlar el nivel de agua. ¿Por qué? Pues porque esta es esencial para que la batería cumpla su función de generar energía para el coche. Las diferentes placas que forman la batería se encuentran sumergidas en una solución que incluye agua y ácido sulfúrico. Para que pueda producirse la energía química a partir de la eléctrica las placas interactúan con este compuesto. En el proceso algo del agua se degrada, así es como disminuye su nivel y, por ello, hay que restablecerlo.

Lo más importante en este aspecto es saber qué tipo de agua se puede agregar a la batería y cuál no. Pues un fallo aquí puede dañar por completo el acumulador, lo que conducirá, inevitablemente, a tener que cambiarlo.

¿Es bueno agregar agua fría a la batería de mi auto?

Existen, hoy en día, baterías que se clasifican como “libres de mantenimiento”. Estas suelen estar totalmente selladas y no emanan vapores, por ello no requieren de agua en forma periódica y solo necesitan ser remplazadas por otra cuando así lo indica el elemento dispuesto para esto. Sin embargo, la mayoría de las baterías gasifican en mayor o menor medida y necesitan, por ende, recargas de agua para mantener el nivel de solución estable.

Es fundamental en este punto saber qué clase de agua puedes añadir al acumulador. Debido a sus características específicas este recurso del coche solo puede recibir agua destilada o desmineralizada. Nunca se debería agregar agua mineral o del grifo, pues esta cuenta con minerales y otros compuestos que se almacenan sobre las placas y terminan obstruyendo sus poros. En poco tiempo el daño es permanente y la única solución es cambiar la batería por otra.

El agua destilada o desionizada es apta para la batería, pues no cuenta con sustancias extra, como sales o minerales, que perjudiquen el proceso interno. Si bien lo ideal es que un profesional revise la batería, tú mismo puedes conseguir fácilmente esta agua en casi cualquier tienda y tenerla siempre al alcance ante cualquier eventualidad.

La temperatura del agua no es tan importante como el tipo de agua. Por lo general se añade a temperatura ambiente y siempre de manera individual, es decir sin agregar ninguna otra solución al interior del acumulador. Recuerda que lo único que se va perdiendo con el uso es el nivel de agua, pero no de ácidos, por ello no hace falta agregar otro compuesto.

En cualquier caso, lo mejor para evitar fallas al poner agua en el acumulador es revisarlo de forma periódica para controlar el nivel del líquido. Si haces tú mismo el mantenimiento es fundamental que cuentes con los elementos de seguridad necesarios y conozcas bien el funcionamiento del recurso. De lo contrario, siempre puedes llevar el auto a un centro o taller ante cualquier inquietud. Los técnicos o electricistas capacitados para realizar limpieza de baterías podrán orientarte respecto a lo que se debe hacer.

¿Conocías esto sobre la batería de tu automóvil? Ahora ya sabes con exactitud qué tipo de agua puedes añadir al acumulador de tu coche y las razones para respetar los requerimientos de este elemento tan importante. 

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