Como te lo hemos platicado en varios artículos de baterías de auto, este es un elemento muy importante para el funcionamiento de cualquier auto, ya que, almacena y proporciona la energía eléctrica necesaria para activar el motor de arranque.

Por esta razón, es necesario que tu batería esté en perfectas condiciones. Debe funcionar incluso en condiciones extremas como la humedad o bajas temperaturas. Si la batería no está en condiciones óptimas no podrá entregar la potencia necesaria y el auto no arrancará. Es importante recordar que el motor de arranque no es el único elemento que depende de la batería, sino que también el sistema eléctrico como la iluminación, el radio, el sistema de GPS y más.

Y a todo esto, ¿conoces la evolución que han tenido las baterías de auto? Pues aquí te contamos más sobre este interesante tema.

Conoce cómo ha sido la evolución de las baterías o pilas de auto

Por varias investigaciones se tiene la teoría que la batería data de alrededor del 250 A.C. En 1936, se encontraron vasijas de barro con cilindros de cobre junto con una barra de hierro oxidada en lo que ahora es Irak. La corrosión observada llevó a los exploradores e investigadores a concluir que los jarrones eran un tipo de tecnología tipo batería que se usaba para fabricar joyería y orfebrería.

Pero para la invención de la batería moderna o la precursora a la que conocemos hoy en día existen diversos personajes históricos quienes forman parte de ello. Se le atribuye a Alessandro Volta, quien el 20 de marzo de 1800 comunica su invento de la pila.

Sin embargo, 3 años más adelante, en el año 1803 el físico y filósofo alemán Johann Wilhelm Ritter construye el primer acumulador eléctrico, siendo la primera celda electroquímica formada con 50 discos de cobre separados por discos de cartón humedecidos por una solución salina.

Para 1836 John Frederic Daniell inventa su pila con el mismo nombre de Daniell, tomando como base la pila de Volta, pero con la mejora que evitaba la acumulación de hidrógeno. Ocho años más tarde, en 1844, William Robert Grove inventa una pila, la cual por ser más evolucionada y aumentada se emplea en las redes telegráficas de Estados Unidos hasta el año 1860.

Justo en ese año 1860, el físico francés Gastón Planté construye el primer modelo de batería de plomo y ácido, sin embargo, como muchas de las invenciones de esos siglos, a la gente al principio le era difícil aceptar, pero para 1879 tuvo un recibimiento mucho mejor a causa de que la electricidad se iba convirtiendo en algo mucho más común. Esta batería y su novedad era que, a diferencia de las baterías anteriores, esta era recargable. Su invento consistía en electrodos de plomo sumergidos en ácido sulfúrico. Gracias a esta nueva tecnología de celda húmeda era capaz, no solo de producir una corriente alta, sino también invertir dicha corriente para auto cargarse, por lo que fue la ideal para ser usada en la industria automotriz.

Siguió avanzando el tiempo y durante los años 1950 y 1960 se desarrollaron una serie de innovaciones muy importantes dentro de las baterías de auto. Por un lado, se desarrollaron las llamadas celdas de gel, unas baterías que estaban protegidas con una especie de gel a prueba de derrames, que eran muy comunes para la época con las anteriores baterías y ayudaba a contener el ácido y los demás químicos presentes en el acumulador en caso de accidente.

A su vez, se daba la situación de que las baterías se podían hacer cada vez más pequeñas y demostraban que podían suministrar voltajes iguales o incluso más altos, lo que redujo el tamaño de la batería y aumentará su autonomía y potencia.

A partir de la década de 1970, se introdujo uno de los avances más destacados en el campo de las baterías de plomo-ácido con la introducción de las denominadas baterías AGM, o baterías de malla de fibra de vidrio absorbente. Estas son similares a las mencionadas baterías de gel, pero con mayor capacidad y durabilidad.

Uno de los últimos desarrollos en la industria es una batería de iones de litio diseñada para el mantenimiento de vehículos eléctricos.

Y es así como el sector sigue evolucionando, adaptándose a las necesidades del mercado automotriz y esforzándose por ofrecer baterías cada vez más potentes y con mayor autonomía.

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